La magia de la Palabra

Abracadabra

Presentación.

Una vez dije: «…los actos pequeños y las cosas sencillas se convierten en terapia.» Ver mi artículo: ¡Hola mundo! José M. Nebot López.

Con esta premisa, últimamente, me he dedicado a buscar esas personas que convierten su pasión en terapia. Una muestra de ello es el pasado artículo, el del mes de febrero, titulado: Acompañarte es nuestro acierto. Núria Guinart.

La realidad es que me va a ser difícil traerlas a todas a este blog. El motivo es que creo convencido en la existencia de un inmenso número de personas realizando algo mágico. Y esa magia esta en plasmar lo que somos en lo que hacemos, para ello tenemos las herramientas más adecuadas: pensamiento, sentimiento y palabra. Estas ideas las tiene muy claras Nuria Ferre. Y no he dudado, ni un momento, en traerla al blog. Así que leer, con la mente abierta y con cariño, su explicación.

Abracadabra. «La magia de la Palabra»

Torrebenagalbón, 14 de marzo de 2017

“Hace ya algún tiempo oí decir que las células tenían orejas y como buena géminis imaginé todo mi cuerpo repleto de minúsculos pabellones auditivos” Núria Ferre

Desde mi realidad como mujer, como hija, como esposa, madre, alumna de la vida y maestra de la experiencia…

Porque me gusta disfrutar aprendiendo, vivir disfrutando y compartir lo que soy, voy a hablarte de la magia de las palabras.

La vida nos da la oportunidad de plasmar lo que en realidad somos en todo lo que hacemos, en lo que sentimos, en lo que decimos, en lo que pensamos.

Desde joven he sido consciente de la utilidad y de la importancia de desconectar el piloto automático y de pilotar mi propia nave, mi propia vida.

Con todo lo que he vivido he logrado convencerme a mí misma… es decir que he logrado vencer los miedos a través del conocimiento, pero no ese conocimiento escrito en los libros, estudiado y evaluado por otras personas, sino con el conocimiento de mi misma, confiando en el orden y la matemática universal. Esa matemática que tiene preparada la solución antes de redactar el problema.

He desarrollado y practicado la habilidad de crear bienestar en mi vida, la habilidad de ver puertas abiertas dónde otras personas quizás vean muros infranqueables, y desde ese punto, esa perspectiva te invito a descubrir la clave que te ayudará a liberarte de la limitación, de la escasez, de la enfermedad, del dolor… ¿Te atreves a probar?

Me gustaría mencionar varias cosas antes de llegar a la clave, antes de llegar al “Abracadabra”.

La primera es el hecho de que nuestro cerebro no distingue entre lo que ve y lo que imagina y que esto provoca una serie de reacciones que el cuerpo físico experimenta.

Vamos a imaginar por ejemplo un limón.

Imagina que lo cortas, lo acercas a tu boca y exprimes unas gotitas que caen directamente sobre tu lengua… ¿lo has notado? Pues seguimos.

Otro factor de la ecuación es el de que el cerebro humano es capaz de procesar en un segundo, lo que para el ordenador más potente necesita cuatro minutos.

La mente genera constantemente pensamientos. Pensamientos que dan forma a imágenes, así como también dan forma a palabras y estas desencadenan una serie de reacciones químicas, que dependiendo de la emoción que las acompañe, transforman sustancialmente nuestro cuerpo físico.

Consideramos pues que el cuerpo físico es una manifestación de nuestros pensamientos, de nuestras emociones, de nuestra energía.

En este momento sería interesante introducir el concepto de comunicación.

Este concepto lo vamos a definir como la acción y relación entre un emisor y un receptor. Y ¿qué significa esto?

Imagina tu mente como una emisora de radio; de ella emergen ideas y pensamientos que, si observas, están en un perfecto orden caótico.

El receptor será la sustancia que capte las ondas que se emitan, o sea el que lo escucha, entonces ¿quién o qué será en esta analogía la radio, el  iPod, etc.? Pues el medio que más poder tiene para llegar a que la sustancia se entere de lo que se está emitiendo, o sea pensando, es “La Palabra”

Cuando hablamos cotidianamente no somos del todo conscientes de que nuestras palabras están creadas por nuestros pensamientos y que a través de ellas estamos manifestando lo que ciertamente está contenido en nuestra mente. ¿Crees que sería útil volver a leer lo que acabas de leer?

La palabra es una magia abalada por la ciencia, que contiene en si misma códigos que activan programas instalados en nosotros desde tiempos inmemoriales. Me refiero a esos dichos, frases hechas y dogmas que hemos aceptado como verdaderos sin ni siquiera plantearnos el por qué.

Ejemplos tenemos muchos y variados:

“Para presumir hay que sufrir”, decía mi abuela. “La letra con sangre entra”, oía decir a mi padre. “Quien bien te quiere te hará llorar” …

“Para conseguir lo que deseas tienes que esforzarte, hacer sacrificios”

“Quien no se conforma es porque no quiere”

“Tu obligación es estudiar” … y muchísimas otras más.

Centrémonos pues en la emisión de las palabras. Cuando emites la palabra, ondas sonoras se propagan en todas las direcciones y chocan con el obstáculo alterando entonces la dirección; estas provocan un sonido, una alteración, una sensación… Ondas sonoras que no encuentran a su paso barreras, sino que van topándose con todo lo que hay, y no solamente en una dirección que diríamos que es afuera, sino que se mueven en todas direcciones, o sea sé, también hacia adentro.

En el trayecto interno se encuentran con órganos, a los cuales dan forma células, así que, yendo a la definición inicial, las células son afectadas por esos sonidos que contienen los códigos de pensamiento, alterando la información contenida en ellas mismas, es decir: Las células oyen.

Entramos ya en la fase en la cual activamos el “Abracadabra” esa palabra que, etimológicamente hablando, parece significar algo así como: Orden e inicio, acción que genera realidad a través del verbo, a través de la palabra.

Aquí tenemos pues la clave.

¿Te has detenido a observar, a escuchar como hablas de tu cuerpo, de tu vida, de todo lo que te rodea?

¿Eres consciente de cuantas ordenes de calidad dudosa activas cada vez que hablas?

¿Eres consciente desde donde nacen tus palabras y lo que contienen?

Todo esto puede resultar mera literatura si no encontramos que hacer con esta información.

Pues bien, se trata de accionar conscientemente, de ordenar; no solo de poner cada cosa en su lugar, sino también de emitir un mandato.

Se trata de escuchar y escucharte.

Se trata de hablar con coherencia, porque tu cerebro le da credibilidad absoluta a lo que piensas y manifiesta palabras que contienen tus pensamientos, tus creencias, tus esquemas.

Se trata de saberte creador de tu realidad, creador de tu bienestar, de cada una de las experiencias que vives.

Se trata de entrenarte en el arte de la comunicación.

Se trata de aprender a formular tu “Abracadabra”.

Núria Ferre